viernes, 30 de enero de 2009


¿Alguna vez te sentiste diferente, anormal, oscura? ¿Sentiste qué no cabés en ningún lugar? ¿Qué no llegás a mostrarte enteramente con ningún ser humano? ¿Sentiste que no sabés quien sos, no sabes qué hacer y tampoco sabés por qué te pasa todo lo que te pasa? ¿Sentiste que nunca entendés nada, y que siempre opinás lo contrario a lo que la gente opina?
¿Alguna vez sentiste enloquecer ante el mundo, ante tanta diversidad, ante tanta demencia colectiva? ¿Alguna vez te preguntaste el por qué de tantas cosas, hasta desesperarte y darte la cabeza contra una pared una y mil veces y derramar sangre y lagrimas durante años seguidos? Tropezarte, quebrarte, romperte, lastimarte, dañarte y ¿no saber como curarte? Porque el único que puede encontrar la cura a ese sufrimiento, sos vos.
Cada uno se preocupa por uno, no por el de al lado. No esperes que él te repare los daños causados, no te ilusiones, no actues con el corazón, cuando él te daño lo que menos uso fue a su corazón; utilizó el cerebro, hizo lo que le convenía, le importo él, no vos, ÉL.
Entonces, ¿qué estás esperando? Salí de la cama, viví la vida. Vas a ver que color distinto que tiene después del dolor, vas a saber que no todo es maravilloso y que volar alto es lindo mientras dura.
Salí y date cuenta que las personas no son las mismas ante tus ojos, tu perspectiva cambió. No te entregás, no te atreves a exponerte de nuevo, tenes miedo a la caida, al dolor, a las lagrimas a solas.
Salí, la vida sigue, nadie se detiene a preguntarte porque llorás, la vida se construye a partir de tropiezos, nunca vale mas un logro lleno de tropiezos que un logro invicto. De las caidas se aprende. Te vas a percatar que no te vas a enamorar tan facilmente como del primero... te volvés más selectiva, más calculadora, por temor. Pero nunca vas a perder ese don de amar...
Y acordate siempre que
un corazón lleno de cicatrices vale más que un corazón sano... porque un corazón con sus marcas de batalla, es más sabio.